Casi todos los tipos de plásticos se pueden reciclar.
Sin embargo, la medida en que se reciclan depende de factores técnicos, económicos y logísticos. Los plásticos son un recurso finito y valioso, por lo que el mejor resultado después de su uso inicial suele ser reciclarlo en un nuevo producto.
Cada año, el mundo produce más de 300 millones de toneladas de residuos plásticos y tan solo el 14% se recolecta para su reciclaje.
Un dato esperanzador teniendo en cuenta que en 1980 no se reciclaba casi nada y que era una utopía en el futuro del ecologismo. Quizás no sabíamos el daño que generarían todos los residuos plásticos del planeta. Quizás sí lo sabíamos pero nos tapamos los ojos. Ahora cada vez tenemos más información sobre la composición de los materiales que usamos en nuestro día a día y podemos decidir mejor qué consumir y en qué formato.
¿Por qué existen diferentes tipos de plástico?
En 1988, la Sociedad de la Industria del Plástico introdujo el sistema internacional ASTM de Código de Identificación de Resinas (RIC), un conjunto de símbolos que aparecen en los productos plásticos identificando el tipo de resina plástica con el que se han fabricado.
Nacido en Estados Unidos, su propósito era “proporcionar un sistema nacional coherente para facilitar el reciclaje de plásticos posconsumo”. Sin embargo, con el paso de los años se ha reconocido como la clasificación de plástico estándar mundial.